Después de atribuirse la orden de «levantar el proyecto» de la Cámara de Diputados, el presidente formuló durísimas críticas a los legisladores que votaron en contra, a quienes calificó como «traidores» y «lobos con piel de cordero» que «decidieron seguir haciéndole el juego a la casta». El gobierno no descarta la convocatoria a una consulta popular.