El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha dicho este martes que es «una broma» y un ejemplo de «racismo» que España no tenga capacidad para acoger a los menores migrantes no acompañados que llegan a Canarias, Ceuta y Melilla y ha exigido al Gobierno que tenga la «autoridad» para fijar «cupos» y no dejarlo en manos de las comunidades autónomas.

«¿Cómo no vamos a poder acoger a doce, catorce, quince mil niños y niñas que han llegado a nuestro país?, es una broma que no se puede hacer, eso no genera ninguna tensión más que la que quieren determinados políticos en nuestro país», se ha preguntado ante los periodistas antes de participar en una asamblea del sindicato sobre la reducción de la jornada laboral.

Álvarez ha puesto sobre la mesa que en España han venido unos 140.000 ucranianos y ucranianas y no se ha escuchado «ni una palabra» porque «son rubitos, porque tienen los ojos azules» y porque «se parecen más al típico que a ellos les gustaría».

En esa línea ha reclamado «un poquito de dignidad» y analizar el fenómeno migratorio desde una «perspectiva humana», siendo conscientes de que ocurre por «décadas de sobreexplotación absolutamente indecente del continente africano».

Asimismo ha dicho que «hay que trabajar en origen» creando las «condiciones» adecuadas para que estas personas puedan estar en su país y no que las multinacionales europeas vayan a «explotar» a esos países, «y, mientras tanto, conviviendo, porque de la mezcla siempre ha salido lo mejor y en este caso no va a ser diferente».

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