El primer aniversario del ataque de las milicias gazatíes que se saldó con unos 1.200 muertos ha sido recordado en Israel con actos paralelos, la ceremonia estatal oficial y los organizados por las asociaciones de víctimas y familiares, que reclaman al Gobierno que consiga el regreso de los rehenes que áun permanecen secuestrados.

El acto oficial ha sido una ceremonia pregrabada celebrada en Ofakim y coordinada por el ministro de Transportes, Miri Regev, en la que han hablado, entre otros, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y el presidente israelí, Isaac Herzog, y que ahora retransmiten las principales cadenas de televisión israelíes.

Netanyahu ha prometido en su mensaje que «seguiremos luchando, no vamos a renunciar a ninguno» de los rehenes, persiguiendo a «los monstruos de Hamás». Además ha destacado la valía y resistencia del pueblo judío que «ha demostrado una vez más que es el pueblo de la eternidad», un pueblo que «esparce el bien y persigue el mal».

«El siete de octubre será el símbolo del precio de nuestro alzamiento durante generaciones, expresión de la magnitud de nuestra determinación y fuerza de espíritu. Juntos seguiremos luchando y juntos, con ayuda de Dios, venceremos. ¡La nación de Israel vive!», remachado.

ACTO PARALELO

La emisión de la ceremonia oficial ha comenzado justo después del final del acto organizado por familiares de las víctimas en Tel Aviv, en el que no ha participado ningún político, excepto el presidente Herzog, que ha aparecido en un mensaje pregrabado en el que ha recordado que «hace un año el enemigo asesino entró en nuestras casas, quemó y torturó, violó e hirió, masacró y secuestró».

«Hasta el último de mis días me perseguirá el olor de los cuerpos quemados y la visión de los charcos de sangre junto a fotos de familia y documentos de niños en un paraíso que se convirtió en un infierno», ha declarado, según recogen los medios israelíes.

Herzog ha destacado que «llevamos un año llorando por todos los asesinados y caídos: algunos por disparos, algunos por ahogamiento, otros por la espada y algunos por bestias (…). Siempre, siempre los recordaremos».

Para cerrar, Herzog ha prometido que «seguiremos sumando y construyendo y cosechando lo que hemos sembrado con lágrimas». «Los viejos y las viejas se seguirán sentando en los jardines de las casas del oeste del Neguev y las calles de Galilea estarán llenas de niños y niñas jugando. Vamos a alzarnos de nuevo juntos, solo juntos, y este amor, santificado por la sangre, florecerá de nuevo entre nosotros», ha remachado.

Ya en directo desde el parque Yarkon de Tel Aviv, Rafi Ben Shitrit, padre de Shimon Alroy Ben Shitrit, muerto el 7 de octubre, ha emplazado al Gobierno a investigar lo ocurrido para que haya «responsables». «Emplazamos al Gobierno a realizar una investigación para saber quién fue el responsable», ha declarado ante los aplausos de los asistentes.

En el lugar había unas 2.000 personas debido a que las autoridades militares han impuesto restricciones al número de personas que pueden concentrarse como medida de seguridad.

El testimonio de las víctimas y familiares se ha intercalado con actuaciones musicales. «No debería de haber pasado», ha subrayado un familiar de Carmel Gat, de 40 años, una de las rehenes secuestradas, ahora fallecida. Gat era uno de los seis rehenes hallados ejecutados en un túnel el mes pasado. Durante el acto se ha llevado a cabo un minuto de silencio.

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