La vida de Andrés Hurtado ha dado un giro de 180 grados. Acostumbrado a hospedarse en las suites más lujosas de hoteles cinco estrellas, el presentador de televisión, popularmente conocido como ‘Chibolín’, ahora enfrenta una realidad muy distinta: la dura vida en una de las cárceles más congestionadas y complejas de Sudamérica, el penal de Lurigancho.
Muchos de sus seguidores se preguntan cómo están siendo sus primeros días en prisión. Ante esto, el programa dominical ‘Panorama’ reveló detalles sobre las condiciones en las que Andrés se encuentra recluido.
Según el informe, el presentador fue asignado a una celda en el segundo piso del pabellón 5, en una zona conocida como el ‘jardín’. Este sector alberga a reclusos que han cometido delitos menores o han mostrado buen comportamiento durante su condena. Aunque se trata de una zona menos peligrosa, el hacinamiento sigue siendo evidente, ya que el exactor cómico comparte su celda con otros tres internos. El pabellón 5 es uno de los más antiguos del penal, conocido por su capacidad limitada y la cantidad de reclusos que viven en espacios reducidos.
Andrés Hurtado y su nueva realidad en el penal de Lurigancho: Comparte celda con tres reclusos y muestra signos de depresión. (Captura: Panorama)
Este nuevo entorno contrasta fuertemente con el estilo de vida al que Hurtado estaba acostumbrado, rodeado de excentricidades y comodidades que ahora parecen lejanas. La realidad carcelaria incluye una cama pequeña de concreto, sin lujos, en una celda austera que debe compartir con otros tres hombres, todos en una situación similar de reclusión.
Primeros días difíciles
Fuentes cercanas al penal indicaron que los primeros días de Hurtado en Lurigancho no han sido nada fáciles. De acuerdo con el programa Panorama, desde el momento en que fue ingresado al penal, el presentador se mostró reacio a salir del área de prevención, donde los reclusos recién llegados pasan por un proceso de adaptación antes de ser trasladados a sus celdas definitivas.
Aparentemente, Hurtado pidió que se le concediera algún tipo de consideración especial, tal vez debido a su condición de figura pública o su estado emocional en este momento, pero finalmente fue llevado a la celda que le correspondía en el pabellón 5. El choque con la nueva realidad para Andrés ha sido evidente para todos los que lo han observado en sus primeros días tras las rejas. Según los reportes, Hurtado ha permanecido en silencio durante largos períodos y se le ha visto abatido y muy deprimido.
Andrés Hurtado y su nueva realidad en el penal de Lurigancho: Comparte celda con tres reclusos y muestra signos de depresión. (Captura: Panorama)
En más de una ocasión, el conductor de televisión solicitó ser trasladado al tópico del penal para recibir asistencia médica, aunque los motivos de dichas solicitudes no han sido completamente aclarados. Algunas fuentes especulan que estas solicitudes podrían estar relacionadas con el estrés y la ansiedad derivados de su nueva situación.
Vale indicar que el penal de Lurigancho es ampliamente conocido por sus condiciones de hacinamiento, siendo una de las cárceles más congestionadas de toda Sudamérica. Aunque Hurtado ha sido ubicado en una sección relativamente tranquila, el hecho de compartir una celda con tres reclusos en un espacio reducido y con recursos limitados es un recordatorio constante de su nueva realidad.
Andrés Hurtado y su nueva realidad en el penal de Lurigancho: Comparte celda con tres reclusos y muestra signos de depresión. (Captura: Panorama)
Un futuro incierto
Actualmente, no se tiene información sobre cuánto tiempo Andrés Hurtado permanecerá en estas condiciones ni si será trasladado a otra área del penal en el futuro. Sin embargo, lo que sí se sabe es que los primeros días de su reclusión han sido complicados y han afectado su estado emocional, mientras enfrenta los 18 meses de prisión preventiva que le fueron impuestos.
Andrés Hurtado y su nueva realidad en el penal de Lurigancho: Comparte celda con tres reclusos y muestra signos de depresión. (Captura: Panorama)Leer más