Normalidad absoluta en la agenda de Casa Real pese a la filtración de los polémicos audios del Rey Juan Carlos y Bárbara Rey en los que el Emérito se sincera no solo sobre temas personales, sino también sobre asuntos de Estado, poniendo de nuevo en el ojo del huracán la labor institucional del exjefe del Estado.
Al margen de la salida a la luz de estas grabaciones, Felipe VI se ha desplazado este jueves a la Isla de La Toja, en Pontevedra, para inaugurar la VI edición del Foro La Toja-Vínculo Atlántico. Y a pesar de encontrarse a tan solo 15 kilómetros de su padre -en Sanxenxo desde el pasado lunes 23 de septiembre, no se ha producido ningún encuentro de urgencia para hablar del escándalo sin precedentes que se ha desatado en torno a Don Juan Carlos y la vedette. Un acto en el que su Majestad se mostró tranquilo y sonriente, ajeno al complicado trance que atraviesa la figura del Emérito.
A diferencia del pasado viernes, cuando Don Felipe, Doña Letizia y la Princesa Leonor se reunieron con el monarca en la Escuela Naval de Marín, mostrándole así su apoyo tras la publicación de sus imágenes con Bárbara Rey en la terraza de la casa de la artista en 1994, en esta ocasión no ha habido encuentro entre padre e hijo, dejando claro que la Corona se desmarca de las informaciones que han salido a la luz en los últimos días.
Este viernes el Rey se desplazará a Cáceres para asistir a la inauguración del «Encuentro de las Academias Iberoamericanas de la Historia en España», y mañana viajará sin la Reina a Jordania para mantener un encuentro con el Rey Abdalá II en pleno conflicto bélico entre Israel e Irán.