París, 26 jun. La central de carbón francesa de Saint-Avold, en la frontera norte con Alemania, que cerró sus puertas el pasado 31 de marzo, podría reabrir provisionalmente el próximo invierno para hacer frente a la presión sobre el mercado energético por la guerra en Ucrania.

El Gobierno francés ha incluido esta pista en el futuro proyecto de ley sobre el poder adquisitivo, según la emisora RTL, con el objetivo de garantizar el suministro eléctrico del país el próximo invierno.

De esta forma, Francia volvería a superar el umbral máximo de 700 horas anuales de funcionamiento de centrales de carbón en su suelo, mientras se agotan los suministros rusos y casi la mitad de las centrales nucleares del país siguen paradas por reparaciones o corrosión.

El texto, que debe ser presentado a principios de julio en Consejo de Ministros, señala que el suministro de electricidad en Francia en el invierno 2022 estará bajo «una dura vigilancia».

El ministerio de Transición Energética confirmó este domingo este plan pero aseguró que los volúmenes de producción de carbón serán bajos.

«En cualquier caso, representaría menos del 1 % de la electricidad producida se generaría con carbón», insiste el ministerio, defendiendo que no se utilizará carbón ruso.

Esta decisión se contempló ya en el cierre de la central, el pasado 31 de marzo, para casos puntuales en los que fuera necesario reforzar la electricidad.

En caso de necesidad, la industria recuperaría a sus antiguos empleados y no se plantea reclutar a nuevos trabajadores.

Tras el cierre de Saint-Avold, solo queda en Francia una central de carbón abierta, en Cordemais, en el departamento de Loira Atlántico, que el presidente Emmanuel Macron había prometido cerrar por sus altos niveles de contaminación. EFE

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