La Guardia Europea de Costas y Fronteras (Frontex) ha respondido este viernes a las quejas del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska –que consideró «decepcionante» el apoyo de la agencia europea en aguas africanas–, que cualquier despliegue para controlar el flujo migratorio en territorios terceros depende de que la Unión Europea negocie un acuerdo especifico con esos países.
«Frontex no tiene autoridad para negociar o celebrar estos acuerdos; esta responsabilidad recae únicamente en la Unión Europea», ha explicado a Europa Press un portavoz de la agencia Frontex, que recuerda que para que la agencia pueda operar en países como Senegal, Mauritania o Gambia «es necesario firmar un acuerdo especial entre la UE y ese país».
El nuevo reglamento de Frontex que dio poderes reforzados a la agencia prevé el envío de agentes u operaciones conjuntas en territorios de países vecinos, pero ello previa celebración de un acuerdo sobre el estatuto entre dicho país y la Unión Europea, en cuyo nombre negocia la Comisión Europea con mandato de los gobiernos.
En la actualidad, el bloque cuenta ya con regímenes de este tipo con varios países de los Balcanes, como Albania, Macedonia y Bosnia y Herzegobina, pero ninguno en vigor con países del continente africano. Sí hay negociaciones en marcha con Senegal y Mauritania.
Por ello, desde Frontex insisten en que no tienen «autoridad» para negociar o cerrar este tipo de convenios y que la responsabilidad recae «únicamente» en la Unión Europea. «Sin esos acuerdos vigentes simplemente no podemos iniciar operaciones fuera de la Unión», explican las fuentes consultadas por Europa Press.
Con todo, Frontex subraya en su compromiso determinado por trabajar junto con España y otros países de la Unión Europea para gestionar «dónde y cuando sea posible» las fronteras exteriores del bloque.
La agencia europea también subraya la «sólida asociación» que mantiene con España desde hace años y que le permite llevar a cabo distintas operaciones cada año, «con cientos de agentes» de Frontex trabajando «codo con codo» con las autoridades españolas. Esta colaboración es la «columna vertebral» de los esfuerzos comunes para gestionar la migración y mantener las fronteras de la UE «seguras», concluye el portavoz.
60 AGENTES DESPLEGADOS EN CANARIAS
En la actualidad, Frontex cuenta con 60 agentes desplegados en el archipiélago para dar apoyo a las autoridades locales en áreas como el registro y toma de huellas de los migrantes llegados de manera irregular o servicios de traducción. Se trata de un apoyo «continuo y esencial», apuntan fuentes de la agencia europea consultadas por Europa Press, para garantizar una gestión «eficiente» en un periodo «difícil».
La polémica sobre el papel de España en la crisis canaria se remonta a comienzos de mes, cuando el director de la agencia europea, Hans Leijtens, apuntó en una comparecencia ante el Parlamento Europeo que le corresponde a España solicitar más ayuda si la requiere para hacer frente a la presión migratoria en el archipiélago canario.
Leijtens consideró que se vive una situación «preocupante» en las islas Canarias con el «incremento estructural» de la llegada de pateras con migrantes que tratan de llegar de forma ilegal a España, pero precisó que la asistencia que puede prestar Frontex «depende totalmente» de las peticiones que hagan las autoridades españolas, con las que mantiene negociaciones de cara al ejercicio 2025.
Ante esta situación, la comisión de Libertades Civiles, Justicia e Interior (LIBE) del Parlament Europeo ante la que se expresó Leijtens remitió una carta a Marlaska esta semana preguntando por si el Gobierno contemplaba solicitar más apoyo de Frontex. La misiva tuvo una respuesta inmediata de Marlaska, con otra carta a la que ha tenido acceso Europa Press y en la que el ministro juzga «decepcionante» la ayuda ofrecida hasta ahora.
«Reiteramos nuestra petición de que Frontex apoye a la UE, a España y Canarias con medios de vigilancia en África, no en aguas de responsabilidad española», dice el escrito de Marlaska, quien insiste en que «las razones del incremento de llegadas a Canarias no se encuentran en España, sino en los países de origen y tránsito de la inmigración irregular».