Beirut, 28 sep (EFE).- El grupo chií libanés Hizbulá negó que hubiera armas en los puntos atacados este sábado por Israel en los suburbios sur de Beirut, mientras sigue sin pronunciarse sobre el paradero de su líder, Hasán Nasrala, unas doce horas después del bombardeo del que supuestamente fue objetivo.

«Las alegaciones falsas del enemigo sobre la presencia de armas o almacenes de armas en los edificios civiles que bombardeó en los suburbios sur no son verdad», afirmó el movimiento en un escueto comunicado sobre la oleada de ataques perpetrada de madrugada contra diversos puntos del extrarradio.

El Ejército israelí aseguró en un comunicado que estaba atacando armamento de Hizbulá almacenado bajo inmuebles residenciales en la zona, conocida como el Dahye y un importante bastión de la formación chií.

Apenas unas horas antes, esa misma zona ya había sido objetivo de un bombardeo de una intensidad sin precedentes que provocó el derrumbe de varios edificios y que, según fuentes israelíes, pretendía alcanzar a Nasrala en un complejo subterráneo también ubicado bajo inmuebles civiles.

Pasado medio día desde el ataque, Hizbulá todavía no ha salido a confirmar ni desmentir públicamente si su máximo jefe se encontraba en el área ni cuál es su paradero.

El Ministerio de Salud Pública del Líbano ha confirmado hasta el momento seis muertos y 91 heridos en la acción, aunque alertó de que el balance aumentaría mientras continuaba el operativo de rescate entre la gran destrucción causada por los impactos. EFE

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