“Antonio está floreciendo”, repite con una imborrable calidez y en diálogo con Teleshow, María Julia Oliván sobre su hijo, quien fue diagnosticado con autismo. Esa frase, cargada de emoción y de orgullo, es la síntesis de su lucha incansable y su entrega diaria como madre. Desde el momento en que recibió el diagnóstico, su vida cambió radicalmente y decidió reducir sus jornadas laborales para dedicarle más tiempo al bienestar de su pequeño. Hoy con 7 años, él le devuelve a su madre con cada gesto, cada progreso, un motivo nuevo para sonreír.

En las últimas horas, la periodista compartió en sus redes sociales un hito que la llenó de alegría: el menor, una vez más, fue elegido para izar la bandera en su colegio, no solo por su actitud, sino también por sus habilidades musicales. “Practica en casa una escala musical con la canción de los dos patos de Baby TV”, expresó conmovida. Ese tipo de pequeños avances, invisibles quizás para el ojo de muchos, son para ella tesoros que guarda con profunda gratitud.

En las imágenes se lo puede ver, micrófono en mano, destacando: “Izo la bandera por mis esfuerzos en las actividades de escala musical y por cantar fuerte y muy afinado”, lo que colmó de emoción el recinto.

En una charla con este medio, la periodista dejó entrever el proceso de transformación que vivió junto a su hijo. “Antonio está floreciendo. Estoy muy feliz. Realmente todos los días me sorprende, pero no me sorprende tanto porque es como una planta que fui regando y que sigo regando porque le pongo el cuerpo todos los días”, expresa, al dibujar una metáfora. “Porque regar esa planta no fue sencillo. Implicó largas jornadas de trabajo, seguidas por tardes enteras acompañándolo a sus terapias y a esos pequeños rituales que tanto le gustan, como ir a la plaza a ver las fuentes, su gran fascinación”, añade.

Como cualquier niño, él tiene sus pasiones y uno de sus más recientes descubrimientos es su amor por los autos. “Le gusta sacarle fotos a los autos”, comenta María Julia. Y es que, para una madre que recorrió un camino tan desafiante, esos gustos, esos pequeños detalles, son un recordatorio de que todo esfuerzo vale la pena. “También aprendió a andar en bicicleta”, suma con un brillo en los ojos que no puede ocultar.

El camino desde el diagnóstico hasta los avances actuales está lejos de haber sido lineal. Oliván habla con la experiencia de quien vivió en carne propia los retos y las incertidumbres del autismo. “Todo llega a su tiempo”, sentenció, al recordar que los hitos de su hijo no siempre se ajustan a los tiempos convencionales. Y ese es uno de los mensajes más potentes que desea transmitir. Por eso, en diciembre de este año lanzará su libro Chat de mamis, basado en el popular podcast que creó en 2022 y que rápidamente se convirtió en un espacio de referencia para muchas madres que atraviesan situaciones similares.

El podcast, que primero vio la luz en Spotify y luego en el canal de YouTube de Border Periodismo, se transformó en una ventana a través de la cual María Julia comparte sus vivencias, sus dudas y sus aprendizajes. Desde el diagnóstico hasta los cinco años y medio, etapa que cubre el libro, la periodista acumuló innumerables experiencias que la moldearon como madre y como persona. Sin embargo, al conversar sobre la obra, reconoció que siente que aún tiene mucho más por decir: “Hay tantas cosas que le querría contar a los padres, tanto más esperanzadoras”, dice, al referirse a esa montaña de emociones que conlleva el ser madre de un niño con autismo, y los avances a cada paso.

“Antonio está hermoso, canta, es alegre, es dulce, es intuitivo, es perseverante y me da mucho orgullo y me emociona siempre”, resumió. En esas palabras, más que una descripción, hay un testimonio de amor incondicional. Antonio, un niño que superó tantos desafíos, es también un reflejo del empeño y la entrega de una madre que nunca dejó de creer en él. Y aunque el futuro sigue presentando incógnitas, una cosa es segura: ambos seguirán caminando juntos, regando esa planta que no para de florecer.

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