El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado este sábado que la muerte del secretario general del partido-milicia chií libanés, Hasán Nasralá, el viernes en un bombardeo israelí en Beirut «ajusta las cuentas» con quien considera un «asesino en masa».

«No era otro terrorista. Era el terrorista», ha declarado Netanyahu en una comparecencia pregrabada, poco habitual en sábat, tras regresar de Nueva York. «Era el engranaje central del eje del mal de Irán», ha remachado.

Para Netanyahu la muerte de Nasralá supone «un punto de inflexión histórico». «Hace un año, el 7 de octubre, nuestros enemigos nos atacaron y creyeron que Israel estaba en vías de extinción. Un año después, golpe tras golpe, logro tras logro, comprenden que sus esperanzas eran vanas», ha resaltado.

Nasralá y sus lugartenientes «eran los arquitectos del plan para destruir a Israel». «No era solo un agente activado por Irán. En muchos casos, él era el que activaba a Irán», ha advertido.

Netanyahu considera que la muerte de Nasralá era una «condición esencial» para lograr uno de los objetivos de la guerra como es el regreso de la población israelí a la zona fronteriza con Líbano, y «cambiar el equilibrio de poder en la región».

Mientras estuviera vivo, «habría podido recuperar rápidamente la capacidad de Hezbolá, así que di la orden y Nasralá ya no está con nostros», ha argumentado Netanyahu.

Además, ha asegurado que la muerte del líder de Hezbolá «también supone un avance para la vuelta de los rehenes en el sur», en referencia a la Franja de Gaza. «Cuando más vea (el líder de Hamás, Yahya) Sinwar vea que Hezbolá no viene a salvarle, más oportunidades para la vuelta de nuestros rehenes», ha argumentado.

Sobre Irán, Netanyahu ha reiterado la advertencia de que «no hay ningún sitio que no esté a nuestro alcance y hoy sabéis que es verdad». Así, ha recordado que Nasralá solía comparar a Israel con una telaraña y ha resaltado que el líder de Hezbolá ha descubierto «los hilos de acero de una nación unida y decidida a garantizar su existencia y su futuro». «El mundo entero lo ha descubierto», ha insistido.

De hecho, la muerte de Nasralá supone una «esperanza» para quienes se enfrentan al «eje del mal de Irán» y a quienes sufren la «violenta tiranía» del «régimen de los ayatolás» y de sus filiales en Líbano, Siria y otras partes. «El Estado de Israel está con vosotros», ha asegurado.

Además, ha elogiado la labor de las Fuerzas Armadas, de las Fuerzas Aéreas, de la inteligencia militar y de los servicios secretos, el Mossad, pero no ha citado al ministro de Defensa, Yoav Gallant.

En cualquier caso, Netanyahu ha advertido de que «el trabajo no está hecho aún» y ha avisado a la población de que «hay importantes desafíos por delante en los próximos días y los vamos a afrontar».

Israel «está en alza y ganando» y tiene la decisión necesaria para conseguir que lso habitantes del norte «vuelvan» y conseguir el regreso de los rehenes. «No nos olvidamos de ellos ni un segundo. Vamos a luchar juntos y, con ayuda de Dios, venceremos juntos», ha remachado.

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