Barcelona, 7 oct. (EFE).- El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha inaugurado esta mañana en Barcelona el Encuentro Internacional de Bibliotecas de la IFLA con una intervención en la que ha situado a las bibliotecas como «elemento central en el derecho al acceso a la cultura», que se encuentran «en el extremo opuesto de las lógicas neoliberales de nuestro presente».
Esta convención, organizada por la International Federation of Library Associations, se celebrará en Barcelona del 6 al 9 de octubre, aprovechando que la Biblioteca García Márquez recibió el año pasado el galardón a Mejor Biblioteca Pública del mundo en 2023.
Durante su intervención, Urtasun ha incidido en que las bibliotecas deben ser espacios «abiertos, inclusivos, imprescindibles para la vida democrática y el acceso a la cultura», ya que la vinculación de la biblioteca con la vida «es una expresión del lugar central que ocupan en nuestras sociedades».
El ministro de Cultura ha añadido que todas las instituciones trabajan «con el propósito de hacer que las bibliotecas ocupen la centralidad en el derecho al acceso a la cultura y que además se constituyen en plataformas de diálogo y de cooperación».
Además, ha situado la idea de biblioteca «en el extremo opuesto de algunas lógicas neoliberales y de la desigualdad de nuestro presente», ya que para el portavoz de Sumar estos equipamientos «son una idea revolucionaria en sí misma, basada en la generosidad y en lo común».
Por su parte, la consellera de Cultura de la Generalitat, Sònia Hernández, ha destacado que las bibliotecas son «el espacio público mejor valorado», que además cada año crece en usuarios, catálogo y préstamos.
En paralelo a la inauguración del Encuentro Internacional de Bibliotecas de la IFLA, que no se celebraba en Barcelona desde 1993, unos 25 bibliotecarios se han manifestado frente a las puertas de la Escola Industrial, donde ha tenido lugar la apertura del evento.
Tal y como ha explicado a los medios Alba Ferrer, delegada de la CGT, los bibliotecarios reclaman mejoras en sus condiciones laborales, algunas ya históricas, a la vez que ha querido aprovechar el Encuentro de la IFLA para convocar una jornada de huelga para mostrar su malestar.
Según Ferrer, los bibliotecarios viven una situación de «desatención crónica» de sus peticiones, como son la ejecución de la movilidad, el cumplimiento de los compromisos acordados en el acuerdo de adhesión al convenio o la mejora de la conciliación de sus trabajadores.
EFE
1012172
gcm/rq/jlg
(foto)